Este es uno de los libros que más he prestado y regalado. Con mucho éxito por cierto. Es chiquito, de Editorial Sal Terrae y debe costar unos 12 €. El autor es Tony de Mello , un indio sabio de la India, de magnifico humor, con una desbordante alegria de vivir, que reune en estos pequeños y divertidos relatos y cuentos, chispas de sabiduria tanto oriental como de occidental
Este pequeño, y delicioso libro, con toda la obra de este autor, ha sido vetado por la Iglesia Catolica despues de su muerte. No se bien porqué. Sucedió hace varios años y supongo que fue consecuencia de uno de esos atasques que pilla, cuando le da miedo la pluralidad, y que al cabo del tiempo termina rectificando. El recorría el mundo dando conferencias y cursillos en que bajo su dirección se tenian unas experiencias vitales muy fuertes, capaces de cambiar una vida. Y ha pasado algo muy curioso: Los cursos siguen dandose y sus libros siguen siendo muy vendidos. Figuraros si eran populares que cuando el vivía. antes de publicarlos, cuando solo eran resumenes de charlas , corrian fotocopias de mano en mano. Tambien tengo que deciros que era muy poco solemne y lo menos parecido a un guru , cosa que se nota en sus cuentos.
Este es el libro que os traigo. Se lee con facilidad. Es divertido, alegre, profundo y lleno de sabiduría. Que lo disfruteis porque es genial
Está en las librerias de España, en Amazon para los que no estais en España ( o si )
PO Crei que os podia dar una direccion para que lo bajarais de internet y nos avisa Pepa que esta equivocada . Menos mal que mis madrinas blogueras , eficaces donde las haya, estan siempre al pie del cañón. Seguire tratando de encontrarla de nuevo.
Por ahora lo que he encontrado son algunos de sus cuentos para que os hagais idea de como es el libro. Seguire buscando
Un santo sufi partió en peregrinación a La Meca. Al llegar a las inmediaciones de la ciudad, se tendió junto al camino, agotado del viaje. Y apenas se había dormido cuando se vio bruscamente despertado por un airado peregrino: «¡En este momento en que todos los creyentes inclinan su cabeza hacia La Meca, se te ocurre a ti apuntar con tus pies hacia el sagrado lugar … ! ¿Qué clase de musulmán eres tú?» El sufi no se movió; se limitó a abrir los ojos y a decir: «Hermano, ¿querrías hacerme el favor de colocar mis pies de manera que no apunten hacia el Señor?» La oración de un devoto al Señor Vishnú: «Señor, te pido perdón por mis tres mayores pecados: ante todo, por haber peregrinado a tus muchos santuarios olvidando que estás presente en todas partes; en segundo lugar, por haber implorado tantas veces tu ayuda olvidando que mi bienestar te preocupa más a ti que a mí, y, por último, por estar aquí pidiéndote que me perdones, cuando sé perfectamente que nuestros pecados nos son perdonados antes de que los cometamos».